Vivienda social - utopía para los arquitectos.
La Arquitectura destinada a solucionar
las demandas sociales y satisfacer las necesidades de vivienda de la población
de bajos recursos económicos, siempre ha sido una utopía para muchos y/o un
territorio poco atractivo para los intereses del educado entre conceptos
comerciales, competitivos y de exclusividad. Dentro del establishment de
la arquitectura global, en la que se procura proyectar las más ambiciosas
propuestas, una más espectacular que otra, manierista desde todos los frentes;
estos objetivos comunitarios son casi invisibles en el quehacer de la
profesión.
En 2016, el arquitecto chileno
Alejandro Aravena de 50 años, rompe el esquema y fue ganador del premio
Pritzker, el más importante dentro del mundo de los Arquitectos. Su interés por
desarrollar una arquitectura basada en la síntesis, el aprovechamiento correcto
de los recursos disponibles y sobre todo, su visión para afrontar los problemas
de vivienda que cada vez se agudizan a nivel mundial, lo hicieron acreedor de
tamaño reconocimiento. Sin duda, las posibilidades que tenemos, dentro de
nuestra disciplina, para hacer frente a estos problemas de vivienda social son materia de
compromiso y merecen toda nuestra cobertura…
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